La enseñanza de valores de la Iglesia acaparó la educación del ciudadano en el siglo XX.
Año 1920, Alfonso XIII reina en España. A los ojos de Manuel Domínguez, un niño de siete años, se vive una época en la que el analfabetismo es muy grande y los padres esperan que los hijos crezcan para mandarlos a trabajar al campo. En Paterna del Campo (Huelva), en contra de los tiempos rurales, su padre, socialista convencido, lo envía a la escuela con otros chicos. No hay niñas en su clase. Estudian por separado.
“Había dos maestros para nosotros y otros dos para las chicas”, recuerda ahora, con 94 años, en su casa de Huelva capital. ¿Le enseñaban entonces algo parecido a Educación para la Ciudadanía? “Había una asignatura de urbanidad, sobre todo en el colegio de niñas. Me acuerdo de que mis primas la tenían”. Se entraba a la escuela a las nueve y se recitaba de memoria la lección. “España limita al norte con...”, era la letanía.
"Lo que se ponía en la mesa de los alumnos eran básicamente las constituciones y el catecismo, sobre todo”, afirma Antonio Ávila, profesor de Historia de la Educación en la Universidad de Sevilla. “Yo tengo 18 cursos de religión aprobados”, corrobora Manuel, quien tras mucho estudiar logró la cátedra de contabilidad en Sevilla en el año 1947, ya con el dictador Francisco Franco al mando del país. ( Ver más... )
Publicado en Público por RAÚL BOCANEGRA - Sevilla - 25/05/2008
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