"Sabéis muy bien que, si admitieseis en vuestra programación los contenidos previstos [en Educación para la Ciudadanía], entraríais en contradicción con vuestro carácter propio, informado por la moral católica. El Estado no puede obligaros a hacerlo, ni los centros podríais hacerlo tampoco, si no fuese vulnerando el derecho a la libertad de enseñanza y a la libertad religiosa". ( Ver más... )
Artículo de J. G. B. en El País - 12/06/2008